viernes, 26 de octubre de 2012

Sexo


Llámalo porno, llámalo erotismo, llámalo como te dé la gana. El cuerpo desnudo es una fuente de placer y el placer también es belleza. El gran reto de los grandes fotógrafos es captarla sin caer en la explicitud. Por eso me gustaron tanto estas postales que vendían en un pequeño puesto de la Rive Gauche parisina, al lado de los muelles del Sena. Lamento no referenciar a los fotógrafos, aunque alguna de estas imágenes sí os sonará mucho, como las de Peter Lindbergh (modelos de la derecha).

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