Callejeaba por el centro de Granada este sábado cuando, en medio de la confusión, me topé con este pintor. Ajeno a los tumultos, abstraido, se afanaba en rematar su obra. La gente le miraba con respeto. Seguía con atención cada uno de sus trazos, comparando las semejanzas entre mundo real y del mundo creado. Entre la vida y los sueños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario