martes, 25 de septiembre de 2012

El violinista


El señor bregaba con el violín para romper con la tibieza del respetable. No lo lograba. Se afanaba, pero no lo conseguía. El músico rasgaba las cuerdas a un ritmo endiablado. Hasta que me detuve a observarlo y él dejó de tocar. Nos miramos fijamente a los ojos. Fotografié ese 'instante'. Una imagen inquietante, por momentos turbadora, que hoy quiero compartir con vosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario